El mundo de las criptomonedas, como los bitcoins, ethereum y litecoin, es difuso y una apuesta a ciegas para quienes deciden invertir en un negocio digital que carece de regulaciones. No hay ninguna entidad financiera que pueda respaldar los movimientos de estos activos digitales.
Este mundo financiero es conocido por sus vertiginosas oscilaciones de precios, por lo que un día puedes estar nadando en dinero digital y al otro, no tener nada. Recientemente, hubo un gran desplome que llenó los foros de testimonios como estos:
“No puedo creer que haya caído víctima de los criptoactivos”.
“Tengo 49 años, una gran hipoteca, tres hijos, etc. Mi fiesta de jubilación está congelada en el futuro inmediato”.
“No parece real que haya perdido 180 mil dólares”.
La falta de medidas de protección para los inversores de criptomonedas, hacen que este tipo de negocios sean un buen caldo de cultivo para las estafas. Si inviertes, tienes que tener claro que puedes perder todo sin posibilidad de reclamo, aún si fuera por motivos fraudulentos.
En abril pasado, según el diario El Comercio, la policía ecuatoriana allanó e inmovilizó dinero por una suma de 7 millones de dólares de una compañía de ‘trading’ que se dedicaba a captar inversionistas para negocios digitales.
Las estafas de criptomonedas se dan cuando al proceso se unen intermediarios que toman el dinero de pequeños inversionistas, realizan la operación en los canales oficiales y no finiquitan la repartición de las ganancias.
Según un informe de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, las estafas con criptomonedas aumentaron 60 veces más a comparación de 2018, siendo las personas entre 25 y 40 años las más propensas a perder dinero debido al fraude.
«Casi la mitad de los que declararon haber perdido dinero por una estafa de criptomonedas en 2021 dijo que había sido atraída por una publicación en línea o un mensaje en las redes sociales. Más de la mitad de las publicaciones se vieron en Facebook o Instagram», dice el informe.
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