Las vacaciones son un gran momento para incentivar los talentos de nuestros hijos y enseñarles hábitos saludables para el resto de su vida. Te damos algunas ideas de cómo hacer este tiempo inolvidable.
Después de 10 meses de trabajo duro, los niños y adolescentes inician su periodo de vacaciones de aproximadamente 60 días. Este es un tiempo para la relajación y también para construir buenos recuerdos, tomando en cuenta que los meses pasados las actividades en familia estaban condicionadas por el trabajo escolar.
Con tiempo de relajación no nos referimos a que la fórmula será estar en casa y jugar videojuegos, no. Relajación significa llevar a la mente y al cuerpo a nuevos estados de desarrollo, donde la máxima es el disfrute (los horarios son más flexibles y las normas menos rígidas), más que cumplir con una tarea. Es por esto, que en este tiempo los padres sí debemos estar pendientes de darles las oportunidades y el tiempo necesario para que los chicos exploren nuevas experiencias.
En vacaciones tus hijos deberían:
- Estar activos físicamente. Está comprobado que el ejercicio o el deporte estimula el desarrollo cerebral, favoreciendo la memoria, la retención y la concentración.
- El juego debe ser la orden del día, sobre todo en los niños más pequeños. Las vacaciones son ideales para armar grupos de juego, darnos tiempo como padres para jugar más con ellos y también aprovechar para crear rutinas familiares saludables, como crear los viernes de juegos de mesa, ideales para los chicos más grandes. Jugar expande la imaginación y fortalece los lazos afectivos.
- Explorar nuevas capacidades y potenciar sus talentos. En la escuela y el colegio, nuestros hijos deben aprender cuestiones predeterminas, les guste o no. En ese proceso muchos dejan de lado sus verdaderas pasiones y no entrenan sus habilidades natas como deberían. Así que, si sabes que tu pequeño es bueno para la pintura, el dibujo, la música, la natación, el teatro…apóyalo para que aprenda más de lo que le gusta en vacaciones. Si aún no sabe que le gusta, pregúntale que despierta su curiosidad. Si nunca ha hecho algún deporte, quizás quiera saber cómo es una clase de karate. Tal vez quiera desafiarse y aprender sobre escritura creativa. ¡Apóyalo!
- Tener más tiempo en familia. Las vacaciones son ideales para planear esos viajes que recordamos hasta cuando somos adultos. No dejes pasar este periodo y planea un viaje especial, no necesita ser largo o costoso. Está comprobado que los buenos momentos en familia tienen un efecto muy positivo en los niños y adolescentes: incrementan su autoestima, fortalecen los lazos afectivos y estimula positivamente su desarrollo como persona a lo largo de su vida.
¿Qué opciones tenemos para hacer de las vacaciones un tiempo de calidad?
El viaje épico del año: Como lo dijimos antes, no hace falta que sea largo o costoso, pero sí especial y eso significa que la familia y otros miembros importantes se unan a la aventura. Escoge un destino nuevo cada tanto. Crea un itinerario para conocer zonas icónicas y disfrutar de la gastronomía. Incluye en el viaje esas cosas que sabes le gustan a tu hijo: piscina, cine, un parque de diversiones, una habitación con lo que necesita para estar cómodo. Reflexiona sobre los detalles que harán que tu pequeño disfrute al máximo de esta experiencia.
Un curso vacacional para estimular sus talentos: En vacaciones los papás también necesitamos tiempo para realizar las actividades cotidianas, muchos seguimos trabajando. Eso no significa que debamos escoger un curso vacacional solo para salvar este aspecto. El curso o taller debe responder a una necesidad de tu hijo, debe apegarse a su curiosidad y sus gustos, potenciar sus talentos y habilidades. Sí, escoge un curso vacacional que te funcione como papá o mamá, pero no pierdas de vista el objetivo principal: el crecimiento y desarrollo de tu hijo. Además, evalúa aspectos como: horarios, transporte, alimentación, ambiente, seguridad y especialistas que dirigen el curso o taller.
Actividades que estimulen su desarrollo personal: Que tal si en estas vacaciones le plantea a tu hijo realizar actividades nuevas en casa como hacerse cargo del cuidado del perro o el gato: sacarlos a pasear, darles de comer, encargarse de su limpieza. O tal vez, aprender de jardinería junto a mamá y atender el huerto. También, podrías invitarle a visitar cada semana un albergue o fundación donde pueda ayudar a otros. O darle la oportunidad de trabajar en las vacaciones, realizando tareas seguras, para alimentar su fondo de ahorros o comprar al final del periodo vacacional algo que desea.
Hay muchas formas de aprovechar las vacaciones para que los chicos vuelvan recargados a un nuevo periodo escolar. Toma en cuenta unas últimas recomendaciones:
- Durante las vacaciones no alteres del todo su rutina diaria. Mantén los horarios de comida y de sueño.
- No planees las actividades de más demanda de energía, como el viaje familiar, para el último momento. Por lo menos, dos semanas antes del retorno a clases, el movimiento debe ser más pausado para que vuelvan a sus actividades realmente descansados.
- Recuerda estar presente en este periodo. Mantén el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Aprovecha las horas de la comida para compartir con tus hijos y hablar de su día. Este es el tiempo donde tus hijos estarán más pendientes de que estés con ellos.