Hoy queremos resaltar la tenacidad con la que nuestros papás han construido un patrimonio, no solo material, sino de conocimiento sobre cómo sobrellevar la economía familiar para beneficio de todos. Un legado invaluable.
Ser papá es una de las más grandes responsabilidades de la vida. No solo se trata de ser el proveedor, sino de guiar a la familia a través de todo el abanico de necesidades que se despliegan a medida que se va ampliando: alimentación, educación, salud, vestimenta, entretenimiento…todo esto multiplicado por la cantidad de miembros y las necesidades específicas de cada uno.
¿Cómo sobrellevar este reto sin sentirse abrumado en el intento? Para los papás que son aventureros en el mundo de las finanzas quizás les calza perfectamente la frase del papá de Robert Kiyosaki, el autor del Best Seller “Padre Rico, Padre Pobre”, quien decía que: “la inteligencia financiera es simplemente tener más opciones”.
¡Ajá! Entonces ya recordamos a nuestro papá que, aun teniendo su trabajo de 8 de la mañana a 5 de la tarde, emprendió con una tienda de productos varios. Él quería que el dinero circulara, se moviera. También invirtió un capital en su cooperativa de confianza. Necesitaba ver crecer lo que había trabajado por tantos años.
Así como describe Kiyosaki, muchos hemos visto a nuestros papás resurgir de las cenizas de algún conflicto económico, porque han estado tan pendientes del bienestar de la familia, que ante un problema siempre ven una solución. Los papás tienen esta capacidad de entrenar su resiliencia, para ver en la crisis una oportunidad.
Pero todo esto no es casualidad, nuestros papás han cultivado por años habilidades de inteligencia financiera que son uno de sus mayores legados para su familia:
- Plantéate objetivos claros y ve por ellos: ¿Qué queremos hacer de nuestras vidas? Animémonos a ir por aquello que en realidad queremos hacer en la vida, para dedicarle todo el tiempo del mundo sin sentir que es una pérdida. No hay nada más valioso que ganar dinero mientras ganas felicidad, conocimiento, aprendizaje y conexiones.
- La economía del hogar es nuestra responsabilidad: Si prefieres hacerte de la vista gorda sobre los ingresos y los gastos de tu hogar, no vas a entender el cómo circula el dinero en tu hogar, ni vas a poder identificar las posibles soluciones que puedes tomar a tiempo para prevenir el verdadero caos. Puedes confiar tus finanzas a terceros, pero nadie como uno mismo para determinar las verdaderas necesidades del día a día. Si no tomamos las riendas del barco llegaremos a cualquier destino, menos al que siempre hemos deseado. Asumir la responsabilidad, también nos permite divisar nuevas oportunidades y salir de la burbuja de atesorar el dinero para ponerlo a trabajar y generar más beneficios. El fino arte de emprender y diversificar nuestros talentos.
- El peor error es esquivar los resbalones financieros: No dejes pasar las deudas como que no existieran, como si no tuvieran solución. Busca rápidamente una forma de sobrellevar el percance, como renegociar la deuda e implementar mecanismos de pago paulatino. Las acciones rápidas y efectivas son claves para cuidar la salud financiera. La honradez siempre recompensa.
- El conocimiento es la clave: Involucrarte con tu economía y expandir tu pensamiento sobre cómo manejar de forma eficiente tus finanzas es fundamental. Cosas como construir presupuestos mensuales y controlados, crear una estrategia de ahorro permanente, saber cómo invertir para multiplicar los ingresos son decisivas para construir una economía sólida y coherente con los desafíos de la vida familiar. Además de que significa disminuir enormemente el estrés cotidiano.
- Trabaja para disfrutar de la vida: El dinero está para conseguirlo a través de nuestras pasiones y para dejarlo fluir en beneficio de nuestra salud física y emocional. Ahorra para tener estabilidad y gasta con consciencia, con mentalidad de abundancia y merecimiento. Tener esta sincronía con la energía del dinero, hace que entendamos la importancia de trabajar de forma inteligente. Pasar 12 horas en la oficina no es sinónimo de mayor estabilidad económica. Pero crear un plan de trabajo con libertad de tiempo y movimiento, y acorde a las necesidades de la familia, es lo que realmente te hace sentir millonario.